Agradezco una semana sin trabajo y lo mucho que la necesitaba. Últimamente he estado ocupada haciendo una limpieza profunda y he descubierto tantos libros que compré a lo largo de todos estos años que no he tenido tiempo de leer.
Los últimos días de clases fueron dificiles pero gratificantes. Seguimos todas las instrucciones para mantener la distancia social. Tan pronto como llegaban los estudiantes, limpiaban las mesas, sillas y pasamanos con toallitas y luego se lavaban las manos. Nos aseguramos de que todos entendieran muy bien los sintomas del coronovirus. También informaron a sus familiares y amigos. En los últimos dias de clase estaba muy agotada porque había trabajado duro desde enero
enseñándoles la importancia de mantenerse informados y entender las noticias
para saber qué hacer. Fue lo mejor que pude hacer. Algo que me hizo muy feliz fue verlos compartir esta información con sus familiares en sus países de origen. Al final, el último día de clases, estaban muy bien preparados, no saludaron a nadie con abrazos y mantuvieron la distancia además de lavarse las manos con frecuencia. Incluso aprendieron a lavarse las manos correctamente. En ese sentido hice un buen trabajo, pero ahora nos dicen que vamos a empezar a trabajar en dos semanas, lo cual me parece dudoso... parece que vamos a retomar clases en septiembre.
Tengo la responsabilidad de preparar clases que los
estudiantes necesitan, ese es el plan de estudios en este país. Para enseñar lo
que los estudiantes necesitaban tuve que educarme sobre el coronavirus para
enseñárselo a los estudiantes, y al final, en mi cuenta de Twitter
@PorrasSilvia, terminé compartiendo la información que encontré y muchos
lectores disfrutaron mis publicaciones. Ahora estoy aquí
añorando mi salón de clases.
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