El que lee de todo sin saber leer

Esta es la historia de Antonio, un joven que escapó de la violencia y la opresión en su país y desarrolló su hogar en Los Ángeles, California. Allí circularon algunos rumores sobre su pasado, pero nadie supo la verdad.

Lo único que sabemos es que conoció a una bella y valiente mujer salvadoreña que se había mudado a Canadá. Ella estaba de visita en la ciudad y se enamoró de él. Ella decidió llevárselo en su maleta (y gracias a esa maleta, ahora tienen tres encantadores hijos que son ciudadanos canadienses). Antonio trabajó durante muchos años como traductor en un centro comunitario que brindaba servicios a inmigrantes. Era muy bueno en su trabajo, hablaba varios idiomas y entendía las necesidades y desafíos de los recién llegados. Hasta que un día, en una reunión de trabajo, le pidieron que anotara las resoluciones que habían acordado. Dudó y dijo que no podía hacerlo porque: Le dolía la cabeza (no había tomado café). No tenía sus gafas para leer (las había olvidado en casa). Su lápiz no funcionó (estaba roto). Fue entonces cuando sus compañeros de trabajo se dieron cuenta de que Antonio no sabía leer ni escribir. Nunca había aprendido en su país, donde la educación no era accesible ni segura para muchas personas. Había logrado ocultar su analfabetismo durante mucho tiempo, pero ahora se sentía expuesto y avergonzado. Era una muy buena persona y sus compañeros de trabajo no lo juzgaban. Querían ayudarle, así que lo inscribieron en un programa de alfabetización donde podía aprender a su propio ritmo. Era un estudiante entusiasta y entusiasta, pero algunos aspectos del idioma le resultaban difíciles y desafiantes. Sin embargo, no se rindió. Siguió intentándolo y aprendiendo, con el apoyo de sus profesores y amigos. Ahora Antonio sigue ayudando a muchas mujeres que buscan su consejo cuando se enfrentan a problemas en sus vidas. Ya sea que se trate de parejas abusivas, niños rebeldes, corazones solitarios, problemas burocráticos o asuntos legales, confía en Antonio para escucharlos y ayudarlos. Dicen que es mejor que cualquier abogado o consejero, porque tiene mucha experiencia y empatía. También utiliza su intuición y sabiduría para guiarlos y apoyarlos, a veces con la ayuda de las cartas del tarot. No pretendas tener todas las respuestas, pero siempre intenta encontrar las mejores soluciones. Mucha gente admira y respeta a Antonio y lo considera un amigo y un líder. Dicen que tiene un talento natural para ayudar a los demás, y que tiene un corazón bondadoso y un espíritu generoso. Está feliz y agradecido por su vida, su familia y su comunidad. Está orgulloso de sí mismo y de sus logros, y siempre está dispuesto a aprender y crecer.